Respeto e Igualdad

Me parece increíble que a esta altura de la evolución humana, con todos los grandes avances que hemos tenido en materia de conocimiento, nuevas tecnologías, comunicación, etc… tengamos que celebrar hoy el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, o que tengamos que gastarnos cientos de miles de euros en campañas para educar a los jóvenes en que las chicas son como ellos y hay que respetarlas, o que la justicia no ponga todo de su parte para impedir que un grupo de animales intente echar por tierra a una sola mujer argumentando en que ella consintió los abusos de los que fue objeto.

¿A dónde hemos llegado en una sociedad en la que alardeamos de la libertad, de la igualdad, de nuestro gran progreso en desarrollo, cuando en lo que va de año han muerto en España 45 mujeres a manos de sus parejas o ex-parejas (muchas de ellas delante de sus propios hijos). Cuando 3 de cada 10 jóvenes ven normal la violencia hacia las mujeres, cuando escuchas a hombres referirse a sus esposas como PUTAS y no hay nadie al lado que le parta la cara, sino que le ríen las gracias?

No entiendo que la justicia, los políticos, las autoridades en general,  no cierren Webs, anuncios en prensa, vallas publicitarias destinadas a denigrar a la mujer como persona. Cuando en empresas se despide a las mujeres por quedarse embarazadas o por cuidar a sus hijos cuando estos se ponen enfermos ¿Dónde están los sindicatos?. Que a igual de oportunidades siempre sea el hombre el que llegue a la cima y cobre más que la mujer desempeñando puestos con las mismas funciones.

Sinceramente creo que esto no es un problema de la mujer. Los hombres debemos quitarnos esa armadura de Macho Alfa, de la que tanto presumimos, sobre todo en grupo y asumir de una vez por toda el papel de la mujer en nuestra sociedad, en nuestras vidas.

La mujer no es igual que nosotros, no, es SUPERIOR y el que no lo quiera reconocer tiene un gran problema. La mujer tiene un mayor conocimiento que el hombre, mayor capacidad de sufrimiento, mayor capacidad de gestión, de organización, de resolución de problemas, de trabajo en equipo, de afrontar las adversidades. En mis 47 años de vida he estudiado con mujeres, he trabajado con mujeres y vivo con mujeres y , aunque considero que a veces son muy complicadas, me sorprende cada día la capacidad que tienen para llevar a cabo la cantidad de tareas que asumen como propias, muchas de ellas porque las abandonamos nosotros. Nos gusta mucho eso de yo ayudo a mi esposa con las tareas. Que yo sepa las tareas son de los dos y no ayudas a tu esposa, haces lo que te corresponde dentro de una unidad familiar. Hay momentos que a unos les toca más que a otros, pero eso no puede ni debe ser la tónica habitual.

Que si la mujeres se ponen malas, que si se quedan embarazadas, que si tienen que cuidar a sus hijos, no son más que pensamientos machitas, sin ninguna base y por supuesto carentes de veracidad. Está demostrado por estudios realizados en empresas importantes de nuestro país, que pese a todo esto que solemos argumentar los hombres, las mujeres son más productivas que nosotros y al que le pique … que se rasque!!. Conozco mujeres en puestos directivos, en política, en grupos de investigación, en equipos de trabajo y sus capacidades están más que demostradas.

Debemos ser conscientes y pensar realmente quien está ahí cuando tenemos un problema: enfermedad, económico, social … Han visto a esas madres que tiene un hijo en la cárcel o que tiene un problema de adicción, o están en una tesitura de identidad ( religiosa, sexual, de pensamiento) … quien está siempre a su lado?? , quienes están para escuchar o para proporcionar una palabra de ánimo?? Las madres!! Cada vez son más  los padres también, pero las madres ni se lo plantean, muchos hombre reniegan de hijos, amigos, familiares … las mujeres siempre son protectoras y están ahí para lo que necesitas. Normalmente los hombres miramos por y para nosotros mismos y las mujeres luchan, cual leona, por la familia.

Debemos renunciar a ser tan nuestros, tan hombres, dejar de pensar que todas estas cosas no van con nosotros y reconocer la verdad: la mujer hoy por hoy está mejor preparada, tanto intelectualmente, como emocionalmente, como profesionalmente, para desempeñar cualquier actividad que se le presente y por ello debería estar valorada y protegida.

Los hombres no podemos mirar hacia otro lado ante las injusticias en los colegios, en las universidades, en los trabajos, en las familias, en nuestros círculos, en nuestros edificios o en nuestros grupos. Si alguien sabe que hay una mujer que lo está pasando mal debe ponerle remedio, intervenir, denunciar. El maltratador es fuerte porque se lo permitimos, porque el resto de hombres no hacemos nada o miramos para otro lado y esto se tiene que acabar.

No exijamos solo a políticos, autoridades, a agentes externos; debemos tomar conciencia y quitarnos la careta, asumir la importancia que tiene la mujer en nuestras vidas, en nuestra sociedad y tratarla no como un objeto, sino como una igual, atender sus peticiones, sus decisiones, sus deseos, escucharla, comprenderla  y sobre todo RESPETARLA.