¡¡Libres o esclavos, podemos elegir!!

Atrás quedan ya los romanticismos y esas cartas que se enviaban manuscritas a la persona que queríamos o esas poesías que escribías, en papel, para expresar lo que sentías en ese momento hacia la persona amada. Incluso esas facturas que nos llenaban el buzón de la entrada, junto a la publicidad. El papel está tendiendo a desaparecer y a mí, que siempre he sido un romántico, me da mucha pena.

Los medios de comunicación electrónicos han hecho que cambiemos muchos aspectos de nuestras vidas y entre ellos la comunicación. Los Whatsapps han dejado atrás las llamadas de voz para decirnos las cosas o para quedar, Facebook nos permite compartir fotos con el mundo sin tener que hacer copias en papel para enviar a cada persona que queramos enseñárselas, Skype permite vernos las caras y enviar mensajes desde el ordenador a cualquier parte del mundo, el correo electrónico ha sustituido esas felicitaciones de Navidad, cumpleaños o a las postales que mandábamos cuando nos íbamos de viaje, los eBooks han sido los últimos artículos más vendidos sustituyendo a los libros tradicionales en papel …

Han sido muchos los avances en comunicación que hemos ido teniendo, pero sin embargo a veces me queda la sensación que no tenemos un manual de buenas prácticas para poder utilizarlos correctamente.

Está claro que el progreso es bueno, que no podemos obviarlo, pero como todo en la vida pienso que hay que utilizarlo en su justa medida para no llegar a ser esclavo de la tecnología y poder llegar a saborear todos los beneficios que nos aportan.

Sin ir más lejos, tengo clientes que me envían correos electrónicos o mensajes al móvil a altas horas de la noche o en fin de semana ¿¿??. Qué esperan??, Qué les conteste mientras estoy con mis hijos en el parque o mientras escucho al sacerdote en misa los domingos??. No podemos ser prisioneros y mucho menos intentar que el otro también lo sea.

O vecinos, puerta – puerta, con los que hablo más por Whatsapp que en persona.

Creo que estamos perdiendo un poco el norte. Con el teléfono móvil hemos dejado de tener momentos de intimidad o de tranquilidad para pasar a una necesidad extrema de tenerlo todo el día con nosotros y que nos puedan localizar,… incluso cuando vamos al baño. Qué ocurre??, recuerdo con mi primera… y única novia, cuando me iba con mis padres al campo en verano. Para llamarla tenía que caminar casi una hora, cruzando un barranco para llegar al único sitio del pueblo en el que estaba la cabina de teléfono. Había quedado con ella a una hora de la tarde y siempre estaba ahí cuando la llamaba. Era una sensación maravillosa y deseabas que pasaran las horas del día para volver a llamarla, era tan solo unos minutos al teléfono, pero estaba lleno de magia, le contabas como te había ido el día y lo mucho que la echabas de menos. Ahora hay veces que la llamo, no me coge el teléfono y me empiezo a preocupar y a poner nervioso, o nos hemos comunicado tanto por otros medios, que apenas dejamos tiempo para el cara a cara.

Hoy en día con tarifas planas, Internet números frecuentes, bonos, etc… ya se ha perdido ese encanto. Queda algo por comunicar??. Estamos todo el día en contacto, incluso sabemos si estás ausente, conectado, desconectado, etc… Pero si te fijas, muchas veces hablamos pero no decimos nada, son comunicaciones impersonales, carentes de contenido.

Todo esto lo hablo desde mi propia experiencia, le he dedicado mucho tiempo a la tecnología y aunque profesionalmente me va muy bien, creo que personalmente debo mejorar e intentar hacer de ella un vehículo que me conduzca a una mayor felicidad. Tengo que marcar yo los tiempos y empezar a romper las cadenas que me atan a todo lo que se enchufe o lleve pilas.

No podemos ni imaginar lo que está por llegar y es por ello que debemos estar preparados para hacer un uso racional de las cosas y sobre todo que nos hagan vivir más felices y no más encadenados.

 

3 comentarios
  1. Marta
    Marta Dice:

    Desde que leí este artículo me encantó.

    Es una grandísima pena que cada día principalmente por las tecnologías no hablemos con las personas que tenemos a nuestro alrededor, personas que están tan cerca y con las que únicamente nos comunicamos por correo electrónico o por whatsapp para saber simplemente como están.
    Es increíble y penoso que parejas que conviven bajo el mismo techo, que se sientan juntas a cenar, no hablen de como están, de como han pasado el día, de que les ha hecho ilusión o de cualquier otra cosa que les inquiete. En silencio pasan las horas y luego se sientan frente al ordenador para comentar cualquier cosa por pequeña que esta sea a través de twitter, facebook…etc.
    ¿Qué nos está pasando? Como es que cada vez las personas sienten más la necesidad de estar más cerca del resto del mundo que de ellos mismos y de las personas que los aman. Yo simplemente esto no lo entiendo, ¿será culpa de la tecnología? no lo se, pero lo importante es que podemos elegir!!

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  2. Antonio Padilla
    Antonio Padilla Dice:

    Buenos días Mario…Waooo como me sorprende y me enriquecen tus palabras..todo lo que comentas es lo que realmente es…y lo que me impacta es que tú eres profesional del campo de Medios Sociales…pero eres capaz de analizar todo y cuánta razón tienes con los Wassap..los mensajes fuera de horas e incluso los comentarios sin sentido que en los grupos se comparten…Un fuerte Abrazo.

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    • Mario Navarro
      Mario Navarro Dice:

      Muchas gracias por tu comentario Antonio. Como te he dicho personalmente, espero y deseo que el negocio te vaya muy bien, porque se que no solo pones conocimiento en el mismo, sino también corazón y cuando uno pone el corazón en las cosas difícilmente salen mal.

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