Y de repente el tiempo se detuvo …
… y de pronto el mundo se paró, se rompió nuestra normalidad, nuestra manera de hacer las cosas y pasamos a teletrabajar, a estudiar en casa, a los ERTEs. A estar confinados en casa y no poder salir a ver a la familia, a los amigos, a no poder practicar deporte o a llevar a los niños a sus entrenos o partidos. Lo cierto es que en un instante hemos pasado de hacer lo que queríamos a solo poder hacer lo que nos permiten. Hemos pasado de ser dueños de nuestro tiempo y de nuestra vida a tener que seguir unas determinadas pautas para que, cuanto antes, podamos salir de esta pesadilla y sobre todo salir de la mejor forma posible.
Nos quedamos en casa y vemos por la tele las noticias que nos van pasando los distintos medios sobre la evolución de la enfermedad y los números asombrosos de enfermos y fallecidos. Las opiniones varían en función del color político y lo que en una cadena cuentan de una manera, en la otra parece que ha sido todo lo contrario. Los unos echando la culpa a los otros, los otros diciendo que esto es algo a nivel mundial. Los de un color contra los de otro, todos aprovechando su oportunidad. Ninguno reconociendo su error, ahora o pasado, porque lo que tenemos nos es solo culpa de los que nos gobiernan en este momento, sino también de los que estuvieron antes y no pusieron medios para que si esto llegaba algún día, pudiéramos reaccionar a tiempo. Esto pasa cuando al frente de los distintos estamentos que controlan nuestra sociedad hay políticos de cuna y no políticos con curriculum tanto formativo como profesional. Cuando la gente llega a la política con el único fin de enriquecerse ahora o en un futuro, en los puestos de grandes entidades favorecidas, ocurren situaciones como las que llevamos muchos años viviendo en este país.
Esta es la sociedad que tenemos, en muchos casos hipócrita, en otros casos interesada, en otros resignada y en algunos casos consecuente y consciente de las cosas. Nos llenan las redes de imágenes de empresas publicando como ayudan a los sanitarios, como entregan material, comida .. Muchas de ellas lo hacen de verdad, porque sienten que tienen que ayudar, pero otras lo hacen con el mero objetivo de salir ahora en la foto y de recoger en un futuro gracias a la buena imagen que se crean. Es necesario? Tienes que publicar y decir lo bueno que eres? La mejor satisfacción es la que debes llevar por dentro y no aprovechar la coyuntura para hacer tu marketing en los medios.
Alguien me decía hace unos días que esperaba que todo esto sirviera para algo y le dije que particularmente pensaba que no, que era muy difícil que la gente cambiara, si eso los niños, porque su capacidad de aprendizaje se lo permite, pero los adultos creo que no. Serán diferentes por unos días, semanas o meses, pero luego al final todo vuelve al redil y las personas volverán a ser como antes.
En mi caso particular, este tiempo me ha servido para reafirmar mis creencias: en la fe, en la familia, en los pocos amigos que tengo, en los muchos conocidos, en los que me han llamado o escrito para preguntar simplemente como estoy y no para ver si le puedo hacer un favor, en la gente de mi alrededor. Me ha ayudado a hacerme más fuerte en mis convicciones y a pensar en lo verdaderamente importante. En como afrontaré la vida después de este desastre, en que tendrá más prioridad y que tendrá menos. Quiero entrenar no solo mi cuerpo, sino mi alma y mi espíritu para que me permita mejorar en todo aquello en lo que no soy lo suficientemente bueno.
Durante este tiempo en casa he cumplido 50 años y ha sido como ¡¡uff, cuantos años!!. Pero no son los años cumplidos los que me importan, esos los miro para aprender y corregir los errores, me importan los que están por venir y como quiero vivirlos. Hace años fui a una charla de uno de los grandes motivadores que tiene este país, Luis Huete, y llevé en mano su libro “Construye tu sueño” para que me lo dedicara. Fue tremendamente amable y me dejó una dedicatoria preciosa:
“A Mario Navarro, para que haga de su vida una obra de arte”
Me encantó y siempre la llevo conmigo, me ayuda a intentar siempre dar lo mejor de mi mismo: como esposo, como padre, como hijo y hermano, como amigo, como profesional, pero principalmente como persona.
Espero que todos, de una manera o de otra, podamos volver a nuestra vida con la mejor de las suertes posibles, salud, trabajo, familia y si no es posible, que por lo menos tengamos la fuerza suficiente para poder cambiarlo.
“Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir siempre”.
Gandhi
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